ACLARACIONES SOBRE EL COMENTARIO DE TEXTO
Para realizar un buen comentario de texto, debes seguir estas indicaciones:
1. Realizar una primera lectura rápida del texto (identificar términos cuyo significado desconozcamos y buscar definición de los mismos)
2. Leer las
cuestiones propuestas para el comentario
3. Realizar una segunda
lectura comprensiva (más pausada): subrayar (expresiones, ideas
importantes) y anotar en los márgenes (señalando la estructura del texto
y las ideas que nos sugiere)
4. Responder las
cuestiones planteadas. (Al escribir tu respuesta es importante apoyarse en el
propio texto, es decir, citar términos o frases del texto utilizando comillas.)
-----------
El COMENTARIO DE TEXTO consta de las siguientes cuestiones:
- Descripción del contexto
filosófico-cultural que influye en el autor del texto
- Comentario de texto:
a) Explicación
de las dos expresiones subrayadas
b) Identificación
y explicación del contenido del texto
c) Justificación
del texto desde la posición filosófica del autor
- Relación del tema o autor del texto con
otra posición filosófica
- Valoración razonada de la actualidad de
las ideas contenidas en el texto o del pensamiento del autor.
ACLARACIONES:
-En la pregunta
Nº1 sobre el contexto, comienza
refiriéndote al texto que se comenta y a
la obra a la que pertenece. (En el caso de Platón: “El texto que comentamos pertenece a su obra República, un diálogo del
período de madurez. En él expone su concepción acerca del conocimiento, así
como su modelo de Estado ideal gobernado por un rey–filósofo. También explica
aquí su concepción de la justicia”.) Después sigue el orden
establecido en la cuestión 1 (página 1) de los apuntes. En esta cuestión se
valorará con 1 punto los aspectos histórico-culturales y con 1 punto los
aspectos filosóficos que influyen en el autor.
-En la cuestión Nº 2:
A) En el apartado primero se
valora la claridad y precisión de la explicación de las expresiones. Se trata
de decir lo que significan esas expresiones en la filosofía del autor
de que se trate y del uso de la expresión en el propio texto
comentado. ─No de dar la definición que aparezca en el
diccionario.─ (Debes estudiarte el GLOSARIO de términos que aparece al final de
cada TEMA).
B) En este apartado se valora la identificación del tema del texto y el desarrollo argumentativo que realices. Aquí debes especificar qué tema o temas se abordan en el texto; es decir, lo que dice el texto y cómo lo dice. Hemos de identificar en el texto los siguientes elementos: tema, estructura e ideas principales.
-Tema (asunto o
tesis fundamental del texto). Expresar dicho tema con brevedad (en una sola
frase)
-Estructura. (Indicar si
el texto tiene distintas partes. Las estructuras más frecuentes son:
- Introducción-presentación, desarrollo y conclusión;
- Dos o más apartados correspondiendo cada uno de ellos a un tema
diferente;
- Un primer apartado donde se expone un tema y un segundo apartado donde se explica, se discute (puede intervenir más de un personaje) o bien se ejemplifica dicho tema mediante casos concretos.
Hay que especificar qué líneas del texto ocupa cada una de las partes, y justificar brevemente el porqué de esas partes.
-Ideas principales del texto que desarrollan el tema o asunto principal. Habrá que analizar un mínimo de tres ideas y de cada una de ellas indicar: 1.Su localización en el texto (líneas o párrafos donde está ubicada); 2.Citar entre comillas alguna palabra o expresión del texto relativa a esa idea; 3.Explicación de esa idea, conectándola con los contenidos estudiados en clase.
C) En el tercer apartado, se valora tu capacidad para relacionar la temática del texto con las teorías del autor. Relaciona aquí los temas del texto con aquel aspecto de la filosofía del autor que corresponda: metafísica (si el texto aborda temas relacionados con la realidad o el ser), teoría del conocimiento (si trata temas relativos al conocimiento de la verdad) o antropología (si son temas de moral o política).
PROPUESTA DE CUATRO COMENTARIOS DE TEXTO RESUELTOS
(Textos de Platón, Descartes y Nietzsche)
TEXTO DE PLATÓN 1
-Después de eso
proseguí. Compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su
falta de educación con una experiencia como ésta.
Represéntate hombres en una
morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda
su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello
encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos,
porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más
lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el
fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un
tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan
delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
- Me lo imagino.
- Imagínate ahora que, del
otro lado del tabique, pasan hombres que llevan toda clase de utensilios y
figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas
clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.
- Extraña comparación haces,
y extraños son esos prisioneros.
- Pero son como nosotros.
Pues, en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros,
otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna
que tienen frente a sí?
- Claro que no, si toda su
vida están forzados a no mover las cabezas.
(Platón, República,
VII)
1.Descripción del contexto histórico-cultural que influye en el autor del texto.
Platón nació en Atenas el año
Con veinte años conoció a
Sócrates, del que fue discípulo, hasta que, ocho años después Sócrates fue
condenado a muerte, circunstancia que influyó de manera decisiva en el
pensamiento platónico.
En el siglo V a. de C., Pericles (discípulo de Anaxágoras y de Zenón) es
el gobernante de Atenas más destacado. Él manda erigir el Partenón en
agradecimiento a los dioses por la gran victoria griega ante los persas. La paz
permitió un esplendor cultural en la ciudad, a través del teatro (con las
tragedias de Sófocles y las comedias de
Aristófanes), la escultura y la arquitectura (con Fidias, principal responsable
del diseño del Partenón y creador de la gran imagen de la diosa Atenea en el
interior del mismo), y la filosofía.
Sin embargo, en la segunda parte de este siglo tiene lugar la Guerra del Peloponeso entre Esparta y Atenas. La guerra termina en el año 404 con la derrota
de Atenas, que paga un alto precio por su derrota: la eliminación de la
democracia y la imposición por parte de Esparta de un gobierno oligárquico (los
Treinta Tiranos). En varias ocasiones Sócrates demuestra su honestidad y
valentía, enfrentándose a las decisiones arbitrarias de este gobierno, aun a
riesgo de su propia vida. Platón era pariente de Critias (sofista de quien
Sócrates había sido maestro) y de Cármides, miembros del partido oligárquico y
protagonistas destacados en el gobierno de los tiranos. Éstos llamaron a Platón
para que participara en su régimen, pero él prefirió esperar y observar su comportamiento.
Los crímenes y horrores cometidos por este gobierno le hicieron desistir de
prestarles su colaboración. Un año después, en el 403, se restaurará la
democracia; pero en el año 399, bajo el régimen democrático, Sócrates será
juzgado y condenado a muerte.
Los estragos cometidos por los tiranos, sumados a la condena a muerte de
su maestro bajo la democracia, provocaron en Platón una honda decepción con
respecto a los diversos sistemas políticos que le llevó a dedicarse en
exclusivo a la investigación filosófica. Llegó a la
convicción de que la humanidad no se verá libre de males mientras que no se
hagan cargo del poder los filósofos (esa será la propuesta contenida en su
república utópica, denominada kallipolis).
En dos ocasiones, Platón intentó poner en práctica sus ideas políticas,
viajando para ello a Sicilia, pero fracasó en ambas, llegando a ser vendido
como esclavo. Después compró unos jardines contiguos al santuario del héroe
Academo, fundando allí su escuela de filosofía, que denominó Academia. Para
Platón, <<una vida sin investigación filosófica no merece la
pena>>. En su Academia se enseñaba filosofía, música, astronomía y
matemáticas (en el frontispicio estaba escrito: “Nadie entre aquí que no sepa
geometría”). La Academia platónica permanecerá en funcionamiento durante mil
años, hasta el siglo VI.
Desde el
punto de vista del contexto filosófico,
Platón defendió las posiciones de
Sócrates –objetivismo e intelectualismo
morales– en su polémica con los sofistas, defensores del relativismo y el
convencionalismo. El desarrollo posterior de su propia filosofía le llevará a
formular la teoría de las Ideas, que, a pesar de su originalidad, se
mantiene fiel a las enseñanzas socráticas.
Como su
maestro, prefiere el diálogo a la
oratoria pues sólo aquél es capaz de hacer que el discípulo encuentre la verdad
en colaboración con otros discípulos y el maestro, sin que éste imponga nada.
No obstante, Platón, a diferencia de Sócrates, sí escribió, y en sus obras creó
un nuevo género literario: el diálogo, con Sócrates como personaje
protagonista. Sólo el diálogo es fiel expresión de la investigación filosófica
que, según Sócrates, consiste en un examen de uno mismo y de los demás a través
de preguntas y respuestas. El pensamiento mismo no es más que un diálogo
interior del alma consigo misma.
Platón, como
su maestro, tiene la convicción de que la filosofía no debe consistir en un
conjunto de doctrinas, sino en una investigación abierta que replantea
constantemente los problemas con el objetivo de aproximarse cada vez más a la
verdad.
Sus obras se clasifican en cuatro periodos: los diálogos socráticos o de juventud que escribió a partir de la muerte de Sócrates, como la Apología de Sócrates; los diálogos de transición, donde plantea diversos problemas políticos (como el Gorgias donde critica la retórica sofista); los diálogos de madurez, donde aparece ya expuesta su teoría de las Ideas y que son los más conseguidos literariamente (como Banquete, Fedón, Fedro y República. En esta obra (de la que comentaremos varios fragmentos) expone su concepción acerca del conocimiento, así como su modelo de Estado ideal, gobernado por un rey–filósofo. Explica asimismo su concepción de la justicia. En los últimos diálogos que escribe, Platón, como buen socrático, somete a revisión sus propias teorías.
2.Comentario
de texto:
a)Explicación
de las dos expresiones subrayadas
-“Educación”: En Platón, el término “educación” hace referencia al conocimiento de la verdad. Quien desee alcanzar la sabiduría filosófica debe abandonar el estado de opinión –doxa– para lograr el conocimiento científico –episteme– y esto sólo se consigue mediante un proceso de educación gradual. Éste consiste en llevar al ser humano de la visión de lo sensible a la contemplación del mundo de la verdad y conducirle hacia el punto más alto de ese mundo que es la Idea del Bien. El proceso educativo Se desarrolla en varias fases (gimnasia, música, matemáticas y astronomía) y concluye con la enseñanza de la filosofía para los mejores. En este texto, el proceso educativo está representado por el proceso de liberación del cautivo y su salida al exterior de la cueva.
-“Un fuego
que brilla”: Con esta expresión se refiere al fuego que está situado tras
los titiriteros y que irradia su luz sobre las figurillas que portan y que
proyectan su sombra en el fondo de la caverna. Ese fuego representa al Sol que
irradia su luz en el mundo material o sensible.
b)Identificación
y explicación del contenido del texto
-El texto que
comentamos tiene como tema o asunto principal la explicación de la
alegoría de la caverna en relación con la educación o la ignorancia de los
seres humanos.
-El texto
tiene la siguiente estructura:
Una primera
parte que ocupa las dos primeras líneas en las que se presenta el asunto
principal del texto.
Una segunda
parte que ocupa las líneas 3 a la 14, donde aparecen los principales personajes
y símbolos del mito de la caverna.
Una tercera
parte, a modo de conclusión, donde se da una explicación o interpretación de la
ignorancia humana.
-Pasamos
ahora a analizar las ideas principales contenidas en el texto:
-Idea 1: En las
líneas 1-2, se compara la naturaleza humana con la alegoría que se va a exponer
en el resto del texto: “Compara nuestra naturaleza respecto de su educación…
con una experiencia como ésta”. Platón, por boca de su maestro Sócrates -que es
el interlocutor principal en todas sus obras- nos sitúa desde el comienzo de la
alegoría en el ámbito del conocimiento y la ignorancia. El alma humana
encarnada en el cuerpo ha olvidado toda su sabiduría y permanece ignorante.
-Idea 2: En las
líneas 3-6, se describe el estado en que se encuentran los protagonistas de la
alegoría: los cautivos en la “morada subterránea en forma de caverna”. En ella
están encadenados desde niños, obligados a mirar hacia el fondo. Los cautivos
representan el alma humana encadenada al cuerpo y aspirando a liberarse del
mismo. Se encuentran en un estado de ignorancia absoluta que Platón denomina
“Eikasia” o imaginación. El cuerpo, con sus sentidos y sus pasiones, esclaviza
al alma -según Platón- y le impide elevarse al que constituye su verdadero
ámbito: el inteligible, es decir, el mundo de las Ideas.
-Idea 3: En las
líneas 6-7, se hace referencia a “un fuego que brilla”. Este fuego representa
el Sol, que ilumina a todos los seres en el ámbito material o sensible. En el
interior de la caverna ese fuego ilumina los objetos que proyectan sus sombras
sobre el fondo de la caverna: son las sombras que están condenados a contemplar
los cautivos. Platón compara el Sol con la Idea del Bien, pues si ésta preside
el mundo de las Ideas; aquel es quien da luz y vida a todos los seres del mundo
sensible.
-Idea 4: En las
líneas 8-14, aparecen otros personajes importantes en el mito: los
titiriteros. “Los titiriteros levantan
delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos”. Los
titiriteros son quienes, de alguna manera, mantienen a los cautivos en el
engaño. Representan a aquellos que engañan a los ignorantes. Estos titiriteros
bien pueden representar a los sofistas, un grupo de filósofos que Platón
despreciaba. Las figuras que portan representan a los objetos materiales del
mundo sensible. Es el estado que Platón denomina como “Pistis” o creencia.
-Idea 5: Por último, en las líneas finales del texto, Platón dice que los cautivos “son como nosotros” y que no han visto ni conocen otra cosa más “que las sombras proyectadas por el fuego”. Platón aclara aquí el sentido de la alegoría (o mito) de la caverna: los cautivos que deben escapar de su estado de ignorancia (Eikasia y Pistis) representan a todo el género humano antes de someterse a un proceso educativo que le permita dirigir su alma hacia el mundo de las Ideas.
c)Justificación
desde la posición filosófica del autor
Quien desee
alcanzar la sabiduría filosófica debe abandonar el estado de opinión –doxa: conjetura y creencia– para lograr
el conocimiento científico –episteme:
pensamiento discursivo e inteligencia filosófica, como aparece en el Pasaje
de la línea del Libro VI—. El conocimiento se consigue mediante un proceso de educación gradual, que Platón representa
simbólicamente en
En el mundo sensible, se nos
dice allí, los seres humanos somos como esclavos encadenados en una oscura
cueva y obligados a mirar en el fondo de ésta las sombras de los seres y de los
objetos proyectadas por la luz de un fuego. Los individuos así encadenados
desde niños, toman estas sombras por auténticas realidades ya que desconocen
cuál es la realidad verdadera, situada en el exterior de la caverna. El esclavo
que se liberase de sus cadenas –los sentidos, las pasiones y el cuerpo, que es
“una cárcel para el alma”– y consiguiese salir tras escalar una escarpada
pendiente –que representa el proceso educativo–, por lo pronto no podría
soportar la luz del sol. Tendría que acostumbrarse a mirar las sombras, después
las cosas mismas –las Ideas– y sólo al final podría elevarse a la
contemplación directa de la luz del exterior –
La caverna representa el mundo
sensible; las sombras proyectadas en el fondo, las imágenes de nuestra mente; y
las figuras que proyectan su sombra sobre el fondo, los objetos del mundo
sensible. Nuestro conocimiento de las cosas naturales o seres materiales es
semejante al de los habitantes de la caverna, presos de la ignorancia.
Si el esclavo que consiguió
liberarse volviera al interior, sus ojos se hallarán ahora ofuscados por la
oscuridad y no sabrá distinguir las sombras, comportándose torpemente; por eso
se verá burlado y despreciado por sus compañeros, que, en su lamentable estado
de ignorancia, confieren sus máximos honores a quienes saben ver las sombras
más agudamente. Pero ese sabio liberado sabe que la verdadera realidad está
fuera de la caverna y que el verdadero conocimiento no es el de las sombras y
por eso siente compasión por aquellos que se contentan con tal conocimiento y
lo tienen por verdadero.
La educación consiste, pues, en
llevar al ser humano de la visión de lo sensible a la contemplación del mundo
de la verdad que ya posee, de algún modo, en el interior de su alma, y
conducirle gradualmente hacia el punto más alto de ese mundo que es la Idea del
Bien.
El proceso educativo es gradual y se desarrolla en varias fases,
según se expone en República: 1.
Gimnasia y música –para aprender disciplina–, desde los 10 años (Platón le
concede gran importancia al juego en la educación de los niños); 2. Ciencias
abstractas –Aritmética y geometría– y astronomía, hasta los 20 años; 3.
Dialéctica, sólo para los mejores, hasta los 35 años. 4. Desde los 35 hasta los
50 años: fase práctica en el ejercicio de cargos públicos. 5. Desde los 50
años, el proceso ha concluido y el filósofo pasa a estar a disposición de la polis para dirigir los destinos de sus compatriotas.
Quien alcanza el grado supremo
de conocimiento puede ser llamado filósofo y éste tiene la obligación moral de
poner su sabiduría al servicio de los demás para sacarlos del estado de
ignorancia en que se encuentran, aun a riesgo de que estos desprecien su
sabiduría.
Los estudios filosóficos tienen
para Platón una finalidad política, es decir, que su objetivo final no es sólo
que el filósofo conozca el Bien como causa suprema de todas las cosas, sino que
utilice sus conocimientos para dirigir la sociedad de una manera justa y digna.
El retorno del filósofo al interior de la caverna es, pues, necesario: se
trata, para él, de una obligación moral.
Platón insiste en numerosas ocasiones sobre lo doloroso y lento del proceso educativo, pues no es fácil modificar nuestras inclinaciones y apetencias. La educación, que no pretende tanto enseñar contenidos cuanto una nueva forma de vida, enseñar al esclavo a volver la cabeza de la oscuridad del fondo a la luz, un cambio que debe llevarse a cabo “con toda el alma”. Se trata de conseguir una “conversión íntegra”, un cambio de vida que afecta a todas las dimensiones de la persona.
3.Comparación
del tema o del autor del texto con otra posición filosófica:
Vamos
a comparar la filosofía de Platón con la de su discípulo Aristóteles.
Ontología.
– Para Platón existen dos mundos (sensible y suprasensible) y el
mundo inteligible es el más real. Para Aristóteles el único mundo que existe es
el sensible, constituido por objetos singulares y concretos. (Aunque Aristóteles
también admite la existencia de seres espirituales sin materia alguna, como el
Primer Motor).
– La noción de Idea de Platón como esencia de las cosas coincide
con el concepto de causa formal (o ‘forma’) de Aristóteles (sólo que para el
primero la Idea es algo transcendente, separado del mundo, mientras que para Aristóteles
la forma es inmanente: se encuentra en la materia).
– La división platónica entre región celeste (formada por astros,
planetas, Ideas y almas) y terrestre (dominio de los cuatro elementos), es
semejante a la que establece Aristóteles entre el mundo supralunar (constituido
por astros y planetas, formados por éter o quintaesencia, dotados de
movimientos circulares y eternos) y el mundo sublunar (constituido por cuerpos
formados por los cuatro elementos, sometidos a las leyes de generación y de
corrupción).
Antropología.
– Para Platón, el alma es inmortal y se encuentra determinada
desde el nacimiento (es decir, si has nacido guerrero, eres guerrero, y lo has
sido y lo serás por toda la eternidad). Para Aristóteles, el alma es mortal
(muere con el cuerpo –salvo el entendimiento agente-) y depende del
aprendizaje. En un principio todos los seres humanos tienen enormes
posibilidades, pero sólo algunas potencialidades se actualizan. De ahí la
importancia del desarrollo y el hincapié sobre el aprendizaje.
Epistemología.
– A consecuencia de la tesis pitagórica de la inmortalidad del
alma, Platón defiende el racionalismo y el innatismo: las Ideas ya pre-existen
en nuestra alma y, por consiguiente, conocer es recordar lo que ya se da en el
alma. Aristóteles, por el contrario, es empirista: nuestro conocimiento depende
de la sensación (es decir, de los datos que nos aportan los sentidos); antes de
que tengamos percepción, nuestro entendimiento es como una hoja en blanco, como
una tabula rasa.
Ética y Política.
– El intelectualismo moral socrático es una teoría ética según la
cual quienes obran mal no lo hacen a sabiendas sino por ignorancia: se obra mal
por error. Platón aplica el intelectualismo moral a la política pues sólo
aquéllos que poseen alma racional (gobernantes) deben regir los destinos
políticos de los demás: deben gobernar quienes saben, pues quienes no saben
cometerán el mal por ignorancia. Aristóteles, por el contrario, enfrenta al intelectualismo
moral socrático pues mantiene que todos los seres humanos estamos capacitados
para obrar moralmente: todos los seres dotados de palabra tenemos un sentido
natural (innato) sobre lo justo y lo injusto, sobre el bien y el mal. Basta,
por un lado, con escoger siempre el término medio (virtud) y, por otro lado,
seguir la costumbre (o hábito) a través de la memoria y del ejercicio
constante. Luego quien no obra bien es porque simplemente no quiere.
– Según Platón existe único gobierno perfecto (una aristocracia intelectual regida por filósofos) y sistemas políticos degenerados como la democracia y la tiranía. Para Aristóteles hay tres gobiernos rectos pues su objetivo es el bien común (monarquía, aristocracia y democracia); por otro lado, hay tres gobiernos degenerados, cuyo objeto es el interés particular de los gobernantes (tiranía, oligarquía y demagogia). La tiranía constituye (lo mismo que en el caso de Platón) uno de los tipos de gobierno más degenerados por el hecho de que en él se manifiesta, más que en ninguna forma política, la voluntad del gobernante de velar por su interés particular (en lugar de hacerlo por el bien público). La opinión de Platón acerca de la democracia es más negativa que la de Aristóteles.
4.Valoración razonada de la actualidad (de la filosofía platónica)
Una de las
cuestiones importantes tratadas en la obra de Platón, la República, es
la relación que se establece entre la educación moral y la justicia en la vida
pública. Platón está comprometido con su ideal de educación, como lo muestran
sus continuos intentos de llevar a la práctica sus propuestas educativas y
políticas en Siracusa. Critica lo que considera la crisis democrática de los
antiguos valores aristocráticos atenienses. El convencionalismo de las leyes, y
el relativismo (epistemológico y moral) de los Sofistas (formadores de la clase
dirigente de Atenas) son, para Platón, las principales causas de la corrupción
de la democracia ateniense.
En nuestra
sociedad se ha avanzado mucho en lo que se refiere a la universalización de la
educación. Pero, aunque la educación formal es obligatoria en nuestro país, el
sistema no siempre consigue ayudar a las personas a desarrollarse de una forma
completa y plena (más allá del aprendizaje de contenidos y procedimientos).
Parece que hay cierto conflicto entre la formación para el desarrollo de una
profesión y la educación para aprender a pensar de forma autónoma, y para
convivir en el respeto y la responsabilidad. Las actuales circunstancias
laborales y las trasformaciones de nuestra sociedad pueden ser la causa de que
progresivamente se haya delegado la educación de los valores morales, casi
exclusivamente en el Estado. Además, actualmente, los valores morales parecen
tener menos prestigio que los valores de éxito profesional y económico, a
diferencia de lo que sucedía en la Atenas de Platón.
Muy
relacionada con esta cuestión está la denuncia de Platón sobre la corrupción
política de su época. Evitar esta injusticia, causante, entre otros muchos
desmanes, de la muerte de su maestro, Sócrates, es uno de los objetivos
principales de Platón. En nuestra sociedad la corrupción se extiende por
diversos ámbitos profesionales, pero resulta especialmente inmoral (como
reconoce Platón en la República) la corrupción de la clase política.
Ésta parece renunciar a su función de servicio público y atender sólo a su
propio interés, en detrimento del bien público. Platón plantea la necesidad de
que los políticos posean una formación moral que les haga preocuparse por el
bien común con honestidad. Es por todo esto, que la reflexión filosófica de
Platón sigue aportando ideas de la máxima actualidad.
Respecto a la religión, Platón también
sigue presente, pues muchos conceptos del cristianismo han sido tomados de la
filosofía platónica (la idea dualista –alma/cuerpo- del ser humano, la
consideración negativa del cuerpo y de lo material en general, o el misticismo
cristiano.)
_______________
1) Descripción del contexto histórico-cultural y filosófico que influye en el autor del texto elegido (2 puntos: 1 punto el contexto histórico-cultural y 1 punto el contexto filosófico)
2) Comentario de texto:
Apartado a) Definición de las dos expresiones subrayadas (1.5 puntos: 0.75 p. cada expresión)
Apartado b) Identificación y explicación del contenido del texto (1.5 puntos)
Apartado c) Justificación desde la posición filosófica del autor (2 puntos)
3) Relación del tema o el autor elegidos con otra posición filosófica y valoración razonada de su actualidad (3 puntos: 2 puntos la relación y 1 punto la actualidad)
1. Semejanzas
Aunque entre Platón y Descartes hay más de dos mil años de diferencia, van a coincidir en muchas ideas si se comparan sus filosofías respectivas.
En el conocimiento
- Ambos filósofos comparten una especial predilección por las matemáticas. En la teoría del conocimiento de Platón, las matemáticas están consideradas como el mecanismo para alcanzar un grado de conocimiento elevado (noesis); y, en la teoría del conocimiento de Descartes, todo el método de investigación los basa en las matemáticas ya que son aquellas ciencias que nunca “dan un paso atrás”.
- Los dos autores son contrarios a la experiencia como forma de encontrar el conocimiento, es decir, ambos defienden que es mediante la razón, ya que piensan que los datos obtenidos por los sentidos son engañosos, al contario de lo que pensaban Aristóteles en la Antigüedad, y los empiristas Locke y Hume en la Modernidad.
- Como consecuencia de lo anterior, en los dos pensadores existen ideas innatas, estas ideas son evidentes (claras y distintas), y se encuentran en nuestra mente por lo que su origen no está en la experiencia. Esto se ve en Platón en la teoría de la reminiscencia, que defiende que el alma es inmortal y solo debe recordar.
- También los dos coinciden en señalar la importancia del método de cara a asentar las bases de un conocimiento verdadero. Tanto la dialéctica platónica como el método cartesiano tiene aspectos en común: los dos se componen de un doble movimiento que va de lo simple a lo complejo y de lo complejo a lo simple. En el caso de Platón, de la multiplicidad de Ideas a la Idea de Bien y viceversa; y en Descartes de las ideas complejas a las simples, y viceversa. Por lo que, en los dos pensadores el método es deductivo prescindiendo completamente la experiencia.
- Ambos filósofos consideran que su pensamiento tiene un propósito reformador: Platón busca crear una República en la que el filósofo tiene que ser educado en la verdad. Y Descartes persigue reconstruir el saber de su época.
En la metafísica
Ambos filósofos van a llevar a cabo una teoría: en el caso de Platón, será la Teoría de las Ideas; y en el caso Descartes, la Teoría de la Sustancia.
- En primer lugar, tanto Platón como Descartes coinciden en su oposición a aquellas escuelas filosóficas que niegan la existencia o la incognoscibilidad de la verdad. El filósofo griego se enfrenta al relativismo de los sofistas los cuales consideran que no existen verdades absolutas solo relativas. En la misma línea, Descartes intenta luchar el escepticismo de autores como Montaigne que sostiene que el ser humano es incapaz de conocer la verdad.
- Platón en su teoría de la Ideas defendía un dualismo metafísico, es decir, un mundo material y un mundo inteligible. Al primero le otorga una menor importancia ya que para él es pura apariencia. En el caso de Descartes, se aprecia algo parecido en su teoría de la Sustancia cuando afirma que hay tres sustancias y a una de ellas, la res extensa -que corresponde con el mundo material- le concede menos valor: solo se considera verdadera cuando nos limitemos a los aspectos matematizables.
- En ambas teorías se puede observar una jerarquización; en Paltón la idea Suprema es la del Bien y después las demás ideas; y, en Descartes, de entre las tres sustancias la más importante es la res infinita después la res cogitans y por último la res extensa.
En la antropología
· La principal semejanza que se puede establecer entre estos pensadores en la antropología es que ambos defendieron una concepción dualista del ser humano: este se forma de alma y cuerpo. Para Platón, el alma está cautiva en el cuerpo; y, para Descartes, el alma y el cuerpo son sustancias independientes.
· Para ambos el alma posee un carácter racional; y, gracias a él, esta es capaz de dominar las pasiones y los deseos.
2. Diferencias
En el conocimiento
· En relación con la teoría del conocimiento en Platón, este filósofo plantea una clasificación de los grados del conocimiento. Su método para desarrollar el conocimiento filosófico es la dialéctica; mientras que, para Descartes, se trata de un método universal útil para cualquier investigación racional.
· Aunque Platón y Descartes coincidía en despreciar los datos empíricos y llegar al conocimiento mediante la razón, para Platón el conocimiento es recuerdo, que está enlazado con su versión del innatismo de las ideas (teoría de la reminiscencia), mientras que para Descartes conocer es construir ideas complejas a partir de las ideas evidentes.
· La dialéctica platónica consta de dos momentos o fases: la síntesis y el análisis; el primero consiste en reducirlo todo a una idea. El segundo en descomponer dicha idea. Pero en el método de Descartes hay cuatro reglas: la evidencia (solo ideas evidentes), el análisis (descomponer los problemas), la síntesis (ir de los conceptos más simples a los más complejos) y la comprobación (revisar varias veces el razonamiento).
En la metafísica
- Ambos filósofos se pueden considerar idealistas, pero cada uno tenía un concepto muy diferente de idea. Para Platón las ideas están en una “realidad separada”, un mundo alejado del material donde nos encontramos. Sin embargo, para Descartes, son, fundamentalmente, contenido mental, es decir, están en el pensamiento. Por lo que podemos decir que Descartes tienen una concepción más abstracta o menos realista del concepto de idea que Platón.
- Ambos escogieron el camino de la razón para llegar a la verdad, cada uno tenía un método diferente; pero, a diferencia de Platón, Descartes utilizó otra herramienta, la duda metódica, con la que sometía a revisión todos los conocimientos para ver cuál seguía en pie.
- Otra diferencia que se puede establecer es que la filosofía de Descartes pasó a depender enormemente de Dios o de la res infinita como garantía de verdad, algo que no encontramos en la filosofía platónica.
En la antropología
· La principal diferencia que se puede establecer entre estos pensadores en la antropología es que ambos defendieron una concepción dualista del ser humano (alma-cuerpo). Para Descartes, el alma era una; en cambio, Platón defiende una concepción tripartita del alma la cual se divide en dos partes mortales (irascible y concupiscible) y una parte inmortal (racional).
· Platón culpa a la parte concupiscible del alma de ser responsable de las pasiones e instintos que son negativos para nosotros. Sin embargo, Descartes culpa de nuestras faltas a la desproporción que existe entre la voluntad humana (que no tiene límites) y nuestro conocimiento (que sí es limitado).
"¿Me pregunta
usted qué cosas son idiosincrasia en los filósofos?... Por ejemplo, su
falta de sentido histórico, su odio a la noción misma de devenir, su egipticismo.
Ellos creen
otorgar un honor a una cosa
cuando la deshistorizan, sub specie aeterni
(desde la perspectiva de lo eterno)., cuando hacen de ella una momia.
Todo lo que los filósofos hanvenido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales; de sus manos
no salió vivo nada real. Matan y rellenan de paja, esos señores idólatras de
los conceptos, cuando adoran. Se vuelven mortalmente peligrosos para todo,
cuando adoran. La muerte, el cambio, la vejez, así como la procreación y el
crecimiento son para ellos objeciones, incluso refutaciones.
Lo que es no
deviene; lo que deviene no es… Ahora bien, todos ellos creen,
incluso con desesperación, en lo que
es.
Mas como no
pueden apoderarse de ello, buscan razones de por qué se les escapa. “Tiene
que haber una ilusión, un engaño en el hecho de que no percibamos lo que
es: ¿dónde se esconde el engañador? ¡Lo tenemos! -gritan dichosos- ¡Es la
sensibilidad! Estos sentidos, que
también en otros aspectos son tan inmorales, nos engañan acerca del
mundo verdadero. Moraleja: deshacerse del engaño de los sentidos, del devenir,
de la historia, de la mentira. La historia no es más que fe en los sentidos, fe
en la mentira. Moraleja: decir no a todo lo que otorga fe a los sentidos,
a todo el resto de la humanidad: todo él es “pueblo”.
¡Ser filósofo,
ser momia, representar el monótono teísmo con una mímica de sepulturero! ¡Y,
sobre todo, fuera el cuerpo, esa
lamentable idea fija de los sentidos!, ¡sujeto a todos los errores de la lógica
que existen! Refutado, incluso imposible, aun cuando es lo bastante insolente
para comportarse como si fuera real.”
Friedrich Nietzsche, “La razón en la
filosofía”, 1. En El crepúsculo de los
ídolos.
I.
EXPLICA EL
CONTEXTO FILOSÓFICO-CULTURAL QUE INFLUYE EN EL AUTOR DEL TEXTO
El
texto que vamos a comentar es un fragmento de El crepúsculo de los ídolos
del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. En esta obra, critica al racionalismo
presente en toda la filosofía occidental. El título alude a la muerte de todos
los ideales (ídolos) de la cultura cristiano-idealista. Junto con Dios y los
conceptos filosóficos, Nietzsche también rechaza ideales políticos como la
democracia o la igualdad; e ideales morales, como la bondad o la justicia.
Incluye capítulos con títulos sugerentes como ‘El problema de Sócrates’ o ‘Cómo
el mundo verdadero acabó convirtiéndose en una fábula’. El título de este libro
es una respuesta a la ópera “El ocaso de los dioses” (1876), de R. Wagner.
Friedrich
Nietzsche nació en Röcken (Alemania) en 1844, y murió en Weimar en 1900. Era
hijo de un pastor protestante. A los 24 años, es nombrado catedrático de griego
en la universidad de Basilea (Suiza). Para ingresar en la universidad, tuvo que
renunciar a su nacionalidad alemana. Sin embargo, tampoco adoptó la
nacionalidad suiza, permaneciendo apátrida hasta su muerte. A los 35 años, enfermó
y abandonó su plaza como profesor. A partir de aquí, Nietzsche va haciéndose
filósofo, sin dejar de ser filólogo. Entabló amistad con el músico alemán R.
Wagner y su esposa Cósima. Al cabo de los años, romperá esta amistad pues
N. considera a Wagner un enemigo que representaba los peores defectos de la
cultura alemana: le acusa de ser antisemita.
Desde
los 35 años, vivirá con una pequeña pensión que le paga la universidad. Durante
diez años, viaja por Europa (Niza, Venecia, Turín, Roma, Génova, Barcelona,
etc.). Los veranos los pasa en el balneario de Sils-María (Suiza): dedica
varias horas al día a pasear y meditar y, de noche, escribe. Son los años del filósofo
errante, periodo en que escribe casi toda su obra. Entabla amistad con el
filósofo judío Paul Rée y con la escritora de origen ruso Lou Salomé, un amor
no correspondido. A partir de los 46 años, irá abandonando toda actividad
intelectual, pues su enfermedad (sífilis) le produce dolores de ojos y cabeza,
vómitos, etc. Padece una parálisis cerebral progresiva. Su lucidez se va
deteriorando hasta llevarlo a la locura. Entonces se ocuparán de él su madre y
su hermana.
Su
hermana Elizabeth admiraba a Nietzsche, pero tenían ideas distintas. Estaba
casada con un militar alemán de ideología nazi antisemita y utilizó la obra de
su hermano para justificar tal ideología. A semejanza del archivo dedicado al
poeta alemán Goethe, Elizabeth creó en la ciudad de Weimar el “Archivo
Nietzsche”, publicando, con censura, toda la obra de su hermano. Así falseó y
tergiversó su pensamiento. Por esta razón, se han dado interpretaciones
equivocadas del mismo hasta hace algunos años, como, por ejemplo, hacer de él
un precursor del nazismo.
Desde
el punto de vista del contexto histórico-cultural, el siglo XIX está marcado
por la inestabilidad y las revoluciones políticas (liberalismo,
movimientos democráticos, socialismo y anarquismo). Es también
el siglo de la Revolución industrial y del auge de la burguesía, dotada
de gran poder económico.
El
movimiento cultural predominante recibe el nombre de Romanticismo. Éste
rompe tanto con la exaltación de la razón como con la búsqueda de la
universalidad (características de la Ilustración). Ahora pasa a destacarse la irracionalidad
del sentimiento, el individualismo y el pesimismo, todo ello acompañado por
un encumbramiento del arte como vía de expresión privilegiada.
Desde el punto
de vista filosófico, cabe destacar:
1. La filosofía anti-hegeliana,
con los filósofos Schopenhauer (alemán) y Kierkegaard
(danés) para quienes el fundamento metafísico de la realidad es la Voluntad
Irracional. Defienden la existencia del individuo frente a la Idea o
Espíritu Absoluto de la filosofía de Hegel. Estos autores darán lugar a la
filosofía existencialista.
2. El Positivismo
del filósofo francés A.Comte, heredero del empirismo inglés (Hume).
El Positivismo sí defiende los ideales ilustrados: confianza en la razón y en
la ciencia para dominar la naturaleza y perfeccionar el sistema social
(optimismo histórico).
3. Es también el
siglo del Anarquismo y el Socialismo (tanto el llamado utópico,
como el marxista).
4. Por último,
es el siglo del Evolucionismo, con la publicación de El origen de las
especies, de Charles Darwin, en 1850; y del Psicoanálisis de S.
Freud.
Nietzsche
rechazó tanto el positivismo como el racionalismo hegeliano y el socialismo,
y elaboró una filosofía vitalista crítica con la cultura y la moral
occidentales. En este contexto cultural y
filosófico, N. buscaba alcanzar una gran difusión de su obra y esto,
unido a su voluntad de artista, le convierten en un filósofo-poeta. Por
eso, no es sistemático o riguroso en la exposición de sus ideas y utiliza
habitualmente aforismos o sentencias.
Sus
obras fundamentales podemos clasificarlas en dos etapas:
·
Anteriores a Así habló Zaratustra: El
nacimiento de la tragedia (1871) –donde reflexiona sobre la tragedia griega
como modelo de existencia–.
·
Así habló Zaratustra (1883) –que es su
obra filosófica fundamental donde expone su defensa de la vida a través del
profeta Zaratustra. En la Primera Parte el tema central es la muerte de Dios;
en la Cuarta Parte se habla del superhombre. Todo ello en un lenguaje
enigmático y poético.
·
Posteriores a A.H.Z.: Crepúsculo de
los ídolos (1889).
II.
IDENTIFIQUE
Y EXPLIQUE LAS IDEAS CONTENIDAS EN EL TEXTO
1. Estructura
del texto
Por su contenido, este
texto consta de tres partes: la
primera parte se corresponde con el primer párrafo. En ella, se hace una
presentación del tema a desarrollar en torno a cuál es la idiosincrasia o
manera de ser de los filósofos.
La segunda parte ocupa las líneas 3 a la
10, es decir, los párrafos segundo y tercero. Aquí se señala que la
característica de los filósofos es el “egipticismo” y se explica.
Por último, podemos
distinguir una tercera parte desde
la línea 11 hasta el final, es decir, los dos últimos párrafos donde se habla
del “engaño de los sentidos”.
2. Tema
del texto
Nietzsche hace una crítica a la filosofía tradicional
desde Sócrates, que puede denominarse como filosofía
(o metafísica) idealista.
3. Análisis
detallado de ideas
En el texto podemos
destacar las siguientes ideas:
-
Idea
1: Según el autor, los filósofos idealistas poseen como idiosincrasia o
característica fundamental: el momificar la realidad a través de conceptos como
pueden ser el de sustancia, esencia o ser (“momias conceptuales” los denomina).
Es lo que en la primera parte llama “su falta de sentido histórico, su odio a
la noción misma de devenir, su egipticismo”. Nietzsche se refiere a la
filosofía idealista, que es la que ha imperado en Occidente desde Sócrates y
Platón hasta el presente.
-
Idea
2: La filosofía idealista niega el movimiento y la diversidad. El idealismo
pretende reducir la realidad a conceptos que la unifiquen y que permanezcan
estables a lo largo del tiempo. Así, por ejemplo, mientras que el concepto de
sustancia es lo que permanece y unifica una cosa; los accidentes son las
características diversas que se modifican con el tiempo. Para la metafísica, la
sustancia es lo real u objetivo, mientras que los accidentes son algo variable
y subjetivo. Por eso, Nietzsche afirma que según los filósofos idealistas “lo
que es no deviene; lo que deviene no es” (línea 9 del texto).
-
Idea
3: La metafísica idealista implica un rechazo de los sentidos y una negación del cuerpo, frente a la exaltación de la
razón y el alma. Los filósofos idealistas acusan a los sentidos de ser mentirosos,
mientras que las ideas de la razón son verdaderas. Así lo hemos visto, por
ejemplo, en la filosofía de Descartes. Nietzsche, resume este rechazo de la
sensibilidad como responsable de todo error así: “Moraleja: decir no a todo lo
que otorga fe a los sentidos” (líneas 16-17) y también: “Fuera el cuerpo”
(línea 19). Ya vimos cómo Platón afirmaba que el cuerpo es la cárcel del alma.
III.
JUSTIFIQUE
LAS IDEAS DEL TEXTO EN RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA DEL AUTOR
A) La filosofía vitalista frente a la
idealista
La obra de N. constituye una
reivindicación del valor de la vida corporal frente al desprecio que hacia ella
han sentido todos los filósofos idealistas desde Sócrates y Platón hasta Hegel.
Defender la vida de estos intentos de sofocarla es su principal objetivo. Este
talante vitalista le lleva así a oponerse a lo que ha sido la civilización
occidental desde la Antigua Grecia hasta la actualidad, dominada por la
tradición judeo-cristiano-platónica. Esta tradición es considerada por N. como
una amalgama de fuerzas que han conspirado contra la vida sirviéndose de dos
instrumentos básicos: la moral cristiana y la filosofía idealista. El principal
engaño de la filosofía (o metafísica) tradicional se inició con Sócrates y
Platón, y perdura hasta la actualidad. Consiste en haber creado la ilusión de
que existen dos mundos: uno falso, que es el mundo material en el que existimos
-el mundo de la vida-, y otro supuestamente verdadero, que es el mundo
espiritual o mundo de las Ideas. Con esta falsa duplicación del mundo lo que se
pretende es desprestigiar la vida corporal y anular todo lo que ella tiene de
instinto, pasión, sensualidad, etc. Con la aparición del cristianismo (que N.
considera la versión popular del platonismo) este engaño se popularizó y
reforzó al extenderse al pueblo llano que no había tenido acceso a la filosofía
platónica-idealista.
Por todo esto, N. considera la
civilización occidental como una CULTURA DECADENTE que hay que eliminar desde
su raíz para sustituirla por una cultura nueva y superior tomando como modelo la sociedad griega anterior a la
aparición de Sócrates, una sociedad formada por hombres felices de su propia
existencia hasta el punto de que sus dioses les envidiaban y se mezclaban en su
propia historia. Toda la filosofía idealista que surge con Sócrates y Platón se
puede condensar en una palabra: Dialéctica, entendida como una confianza
absoluta en las capacidades ilimitadas de la razón humana, tanto en lo que se
refiere al conocimiento (capacidad absoluta para conocer cualquier cosa) como
en lo que se refiere a la felicidad humana(capacidad para resolver problemas de
cualquier tipo). Por Dialéctica entiende N. un optimismo absoluto respecto a
las posibilidades de nuestra razón. Esta actitud optimista perdurará en
filósofos como Descartes, Kant o Hegel, por citar algunos, y es la actitud
dominante en toda la filosofía occidental. N. pretende iniciar una nueva manera
de hacer filosofía más alejada de la razón y la ciencia, y más próxima al arte,
pues es la intuición del artista, y no la razón del filósofo o el científico,
la que nos puede ofrecer una imagen válida de nuestra existencia y de la
realidad.
En el texto, se hacen referencias continuas
a esa visión idealista de la metafísica tradicional. Así, se refiere a lo que
denomina “momias conceptuales” (línea 5) para referirse a conceptos como “yo”,
“sustancia” o “esencia”; y resume la concepción de la metafísica tradicional
platónica con la frase: “lo que es no deviene; lo que deviene no es” (línea 9).
B) Lenguaje y realidad
La metafísica o filosofía
tradicional se ha apoyado continuamente en el lenguaje para imponernos su
engaño. Mediante la razón y sus conceptos (substancia, esencia, etc.) los
filósofos han intentado ofrecernos una imagen petrificada o inmóvil de la
realidad que, en verdad, no es más que un ir y venir continuo en el que todo se
transforma y nada permanece con el transcurrir del tiempo (como nos enseñó
Heráclito, filósofo admirado por N., tanto por su estilo aforístico, como por sus teorías sobre el
Logos). Mediante los CONCEPTOS se ha pretendido detener este flujo permanente
que es la vida, ofreciéndonos una foto fija de las cosas. Éstos no son sino
nombres desvirtuados de la siguiente manera: una palabra que en su origen
sirvió para nombrar a un ser individual, acaba por convertirse en concepto
cuando, eliminando las diferencias individuales y destacando sólo los rasgos
comunes pasa a designar un conjunto de objetos, haciéndonos caer en el error de
suponer que existen algo así como realidades espirituales o ideales
correspondientes a cada uno de estos conceptos (“hombre”, “justicia”, “bien”, etc.).
Por tanto, no sólo se inventa una supuesta realidad espiritual sino que además
se inventan nombres para denominar las entidades que pueblan tal realidad. Los
términos “sustancia” y “esencia” también
se han utilizado tradicionalmente para denominar a presuntas realidades que no
cambian con el transcurrir del tiempo. Todos estos conceptos proceden de una
subestimación del valor de los sentidos y una sobreestimación de la razón.
Hemos de aceptar el testimonio de los sentidos que nos dicen que lo único que
existe es el devenir, el cambio incesante, la apariencia, los seres
individuales, y que nada permanece inmutable. Así, en el texto leemos: “Estos sentidos, que también en otros
aspectos son tan inmorales, nos engañan acerca del mundo verdadero. Moraleja:
deshacerse del engaño de los sentidos, del devenir, de la historia, de la
mentira”. (Líneas 13-15). Y añade con ironía: “Y, sobre todo, fuera el cuerpo”
(línea 19), refiriéndose así al dualismo de la filosofía tradicional.
Conclusión: A la visión racional,
unificada y estática de la realidad que ofrece la metafísica tradicional (a
través del concepto fundamental de sustancia aplicado a la realidad material,
al sujeto pensante y a Dios), Nietzsche opone la vida como realidad irracional
(el instinto, no la razón, tiene aquí el mayor peso), múltiple y dinámica.
IV.
RELACIÓN DEL
TEMA O EL AUTOR DEL TEXTO CON OTRA POSICIÓN FILOSÓFICA
Podemos
establecer una comparación entre la filosofía de Nietzsche y la filosofía de
Platón en varios aspectos.
La
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO de N. es esencialmente antiplatónica. En
primer lugar, para Platón existe una verdad absoluta, intemporal y necesaria,
que el filósofo puede conocer más allá del mundo del cambio y del devenir.
Platón lucha contra el relativismo de los sofistas; N., muy al contrario,
considera que no existen verdades universales, sino más bien distintas
interpretaciones del mundo, distintas perspectivas desde cada “voluntad de
poder”. En este sentido, N. es un relativista. Las ideas platónicas no son para
N. vehículos de conocimiento, no son la verdad, sino un error producido por el
lenguaje en el que se omite el cambio, el devenir, todo lo particular, es
decir, la esencia de la realidad. Para N., el arte se convierte en un
medio de conocimiento válido, al contrario que Platón, el cual expulsa a los
artistas de su República ideal, ya que producían imágenes que pervierten a la
juventud. Para N., el arte, la música y la tragedia griega nos ofrecen la
verdadera esencia de la realidad, que no es apolínea, sino la revelación
dionisíaca de que la vida es esencialmente trágica. Para N., el error es
necesario, ya que es un medio para la conservación de la vida, y la verdad no
es más que aquello que acrecienta y hace más fuerte la vida, aquello que da
poder.
En
su METAFÍSICA, y como consecuencia de lo anterior, N. rechaza de
lleno el dualismo platónico: si el filósofo griego consideraba que existen dos
mundos (sensible y de las ideas), el filósofo alemán considera que no hay más
mundo que el mundo material del cambio y del devenir, y que éste es el
verdadero mundo que tiene que conocer el filósofo. Ese conocimiento no se
desarrolla al margen del cuerpo y de la sensibilidad, como pensaba Platón al
descartar la experiencia sensible, sino teniendo al cuerpo y a la sensibilidad
como verdaderos vehículos de conocimiento, puesto que no hay más mundo que
éste.
Desde
el punto de vista de la ANTROPOLOGÍA, la filosofía no es una
preparación para la muerte, al modo platónico. Si Platón consideraba que la
muerte nos liberaba del mundo sensible y nos permitía conocer la verdad del
mundo inteligible, N ., al contrario, considera que la actitud del filósofo
tiene que ser la afirmación de la vida. N. define la verdad no desde la razón,
al modo platónico, sino desde la voluntad.
Y,
por último, respecto a la MORAL,
N. propone una moral vitalista frente a la moral racionalista platónica: N.
rechaza ideales como los de bondad o justicia, y los sustituye por valores
vitalistas (vigor, salud, placer, alegría).
En
sus PLANTEAMIENTOS POLÍTICOS,
podemos hallar dos puntos de coincidencia entre Platón y Nietzsche:
-La defensa
del sentido aristocrático de la existencia, aunque desde perspectivas
diferentes. No se trata de una aristocracia de la sangre o del dinero, sino que
en el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento (los más
sabios deben gobernar), y en Nietzsche, una aristocracia de los creadores de
nuevos valores vitalistas (“moral de los señores”).
-La crítica a
la democracia y al igualitarismo: así, para Platón la democracia es una
mala forma de gobierno pues en ella reinan los instintos más bajos del “alma
concupiscible”. Para N., la democracia es una expresión de la “moral del
rebaño”, los resentidos contra la vida.
V.
VALORE DE
MANERA RAZONADA LA ACTUALIDAD DE LAS IDEAS CONTENIDAS EN EL TEXTO O DEL
PENSAMIENTO DEL AUTOR.
Podemos hallar
una nueva versión del nihilismo que denuncia N. en la actual sociedad
consumista que siente el vacío por poner su interés en falsos valores (el
dinero, el poder o la fama). Buena parte de esta sociedad se deja llevar como
un rebaño por estos valores, careciendo de un proyecto vital personal, y
dejándose manipular por otros (como los poderes económicos del sistema).
Podemos destacar otro aspecto negativo de la sociedad actual como la poca
solidaridad y la competitividad. Esto supone una manifestación de la ley del
más fuerte y la voluntad de poder nietzscheana. Así, los poderes económicos
manipulan a las personas y crean en ellos falsos ideales (consumismo, la imagen
personal, la moda…). Por otra parte, en la Filosofía Posmoderna de la segunda mitad
del siglo XX (con autores como G. Vattimo y E. Cioran) se reproduce la crítica
de Nietzsche a la tradición occidental y a sus valores herederos del idealismo
filosófico. La filosofía de Nietzsche también ha estado presente en las
vanguardias artísticas del siglo XX y en el pensamiento anarquista.
Y,
para finalizar, a la filosofía de Nietzsche pueden hacérsele algunas CRÍTICAS. Por
ejemplo, debido al inmoralismo de su pensamiento, que rechaza todo valor moral
que no sea compatible con la fuerza vital, hay aquí un peligro de disolución
social que surge cuando lo único que impera es ley del más fuerte. No
obstante, el discurso de Nietzsche cuando habla de razas humanas, debe ser
interpretado siempre en clave metafórica, refiriéndose a tipos de carácter, más
que a tipos fisiológicos.
Puede señalarse también la ambigüedad de la teoría del eterno retorno: no llega a quedar claro si su sentido es literal (como la doctrina budista de la transmigración o la pitagórica del eterno retorno de lo idéntico) o es también una simple metáfora o simplemente, la expresión de un deseo.
ÁNGEL RAMÍREZ MEDINA, Doctor en Filosofía por la Universidad de Granada
Identificador ORCID: 0000-0003-3788-3022
Miembro del Grupo de Investigación "Lenguaje y Pensamiento: relaciones de significación" (Universidad de Almería)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMenudo trabajo , muchas gracias !
ResponderEliminar